Entre los epítetos y calificativos, el falo siempre será falo

Por: Luis Álvarez-Presidente USO Arauca

Muchas veces los trabajadores nos devanamos los sesos en discusiones banales, negacionistas y pesimistas, para poder escurrirle el cuerpo a los compromisos morales para con nuestra sociedad y nuestras familias, lo vemos y convivimos a diario con estos personajes que, en últimas, son bufones perdedores y sin rumbo en sus proyectos de vida, que solo viven el día a día.

Algunas veces las empresas, o mejor dicho, lacayos intermedios de las empresas, se encargaban de envenenar conciencias de los trabajadores enmarcándolos en la manera cómo deberían pensar y actuar ante las diferentes vicisitudes de la vida política, económica y social, les adoctrinaron bajo el complejo del avestruz, quienes posee nada menos los “huevos” más grandes, pero que termina metiendo la cabeza en un hueco, dejando el culo al aire creyendo que está a salvo o que la cosa no es con él, y que venga lo que venga, con vaselina o sin ella, con tal que no lo sienta, todo está bien; y es precisamente este tipo de comportamientos los que nos tiene atrapados en la disyuntiva de los calificativos e interpretaciones de los fenómenos sociales.

A aquellos trabajadores asustadizos e inconscientes les puedo susurrar al oído que le paren bolas a la problemática social y política por la que atraviesa el país. Pues no solo por usted, sino por sus hijos. No le siga escuchando a aquellos lacayos que solo propenden por los intereses económicos que puedan sacar las empresas; ya es hora que por lo menos alce su voz de protesta ante las injusticias de este país que a diario se lo está tragando el Kraken de la corrupción bajo nuestra cómplice mirada miope de la soterrada evaluación que le hacemos a las cosas, la cual tomamos con absoluta indiferencia como si a nosotros no nos afectara la problemática.

Siendo así las cosas, esa total indiferencia, la indiferencia propia del “pate vaca”, donde es más cómodo hacer las discusiones y las críticas al calor de unas cervezas, las cuales tienen más tendencias de destruir que de ayudar a construir o por lo menos no dejar acabar, donde muchas veces terminamos haciendo la guerra desde nuestras casas, avalando o justificando la muerte de nuestros líderes sociales que reclaman sus derechos, los nuestros, y de aquellos que ni siquiera conocen;  aunque no lo reconozcamos, pero es así;  mejor que los maten y nos dejen trabajar sin contratiempo….

Ahora bien, el gobierno “porky” quiere venderle la idea al pueblo, que la propuesta de reforma es por el bien de los más pobres, que con los $80.000 de subsidio va paliar el hambre de los más necesitados, maquillando la realidad de la necesidad de los más pobres, mientras tanto, se compran aviones de guerra con un costo de 14 billones de pesos, unas tanquetas para que los asesinos del SMAD repriman al pueblo por un valor de $7.900 millones; ¿y entonces? ¿De qué estamos hablando?, pues llámenlo como quieran, esta reforma es un atraco más que se le hace al pueblo precarizado, ya que mientras a los grandes empresarios se les exonera de impuestos, estos mismos se los clavan al pueblo; en otras palabras, llámese como se llame el falo, y díganle como le quieran decir, falo es falo y el resto es imaginación.

Particularmente me duelen los 6.042 falsos positivos del innombrable, no hay defensa para que un gobierno justifique su desgobierno con el asesinato de jóvenes inocentes, aun así, yendo más allá, en el caso que fueran culpables, tampoco tendrían el derecho de asesinarlos. Por eso, salgo a protestar con mi familia para que este tipo de conductas asesinas del gobierno narco político cesen.

Yo salgo a marchar por aquellos líderes sociales y defensores de Derechos Humanos que se atreven a alzar la voz en contra de las multinacionales y de los grupos armados, así como en contra de las medidas represivas de un gobierno ilegítimo cargado de corrupción y que a diario está feriando nuestra Nación, acabando los reservorios de agua, entregando nuestras riquezas sin contraprestación alguna.

Con mi familia salgo a marchar para rechazar la posibilidad de que muchos colombianos caigan más en la miseria, pues la reforma tributaria dejaría a muchos conciudadanos sin la posibilidad de alimentarse. Si antes observábamos que había familias que solo comían una vez al día, ahora esta posibilidad se volvería más precaria.

Invito a marchar a todos mis compañeros, porque ya es hora de exigir una buena educación, el derecho a una salud digna y a que todos podamos coexistir en nuestra tierra. Salgamos a marchar y a protestar ante la indiferencia del Estado…y de nosotros mismos, por nosotros, por nuestros hijos y por quienes no tienen voz.

Compañero, salga a marchar con su familia para que defienda lo que es suyo, no permita lo roben para beneficio de los bandidos de turno, es hora que sentemos nuestra voz de protesta, más cuando, de salir aprobado el paquetazo de “porky”, éste estaría robándonos el día dominical para que los corruptos se sigan llenando sus bolsillos. Por eso, nuestro sindicato le dice de frente SÍ AL PARO NACIONAL, nos vemos en las calles con nuestras familias para que al unísono gritemos que estamos en contra de la reforma tributaria.

 

 

 

 

 

 

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